AY MI TRINIÁ, SALVAJE ESCONDIDA QUE ME HAS COGIDO DE LOS HUEVOS.
QUE TÚ, SANTA MUJER DE LOS DEMONIOS, ME HAS HECHO UN DAÑO IRREPARABLE.
SÉ QUE SOY UN BARDIÁN CON UNA SOLA ILUSIÓN: LA DE CAER ENFERMO HASTA CAGARME EN LA MADRE.
PUES SÍ, NENA. QUE ME HAS DAO EL COÑAZO...
AY, SANTA VIRGEN EN LA QUE NO CREO, QUE TE HAS CONVERTIDO EN LA CARMELILLA EN MI CIGARRERA.
QUE ME PREGUNTO POR QUÉ MOTIVO NO TE HE PODIDO LOGRAR.
SI PARA MI, TÍA, ERES UNA MOZA DE CALIDAD.
QUE NO VALGO NADA, QUE NO PAGAN POR MI NI UNA PUTA OSTIA, COLEGA.
QUE AQUÍ ME ANDO ENVUELTO EN UN PAÑUELITO DE SEDA, SEDIENTO DE TRISTEZA.
Y ANDO LANZADO, MALOGRADO A LAS PLAZAS DE ESPAÑA ENTERA
COMIDO HASTA EL TUÉTANO CON TUS REGOCIJOS DE NIÑA DE LA MONCLOA.
QUE DESDE QUE CONOZCO, MIRANDO ATRÁS AL COLE, ME HAS NEGADO TU APESUMBRADA VULVA A RITMO TONTO Y SENSUAL DEL GRAN CALIMOXO.
PUES ME QUEDARÉ A LA VERA DE UNA DIVINA MUERTE, FLIPANDO AL CORTARME LAS MUÑECAS CON FILO DE PLATA.
JODER MACHO, QUE NO LO AGUANTO
Y LLORO, MI NIÑA, CON LÁGRIMAS AMARGAS QUE PINTAN OSCUROS PASAJES DE EVANESCENCE.
YA NADA ES GUAY, YA NADA MOLA...
VOY A MORIR
Y OLÉ
AGUACATICO DE MOLINA
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